Aceite vegetal producido a partir del prensado de semillas de girasol. Fuente concentrado de energía, por la presencia de lípidos. Aporta vitamina E y ácidos grasos esenciales.
El aceite de girasol es ideal para freír, asar y saltear alimentos debido a su alto punto de humo y su sabor neutro. En repostería puede utilizarse en la elaboración de pasteles, galletas y otros productos horneados, ya que ayuda a mantener la humedad y aporta una textura suave. Como aderezo para ensaladas: Mezclado con vinagre, limón u otros condimentos, el aceite de girasol puede ser la base perfecta para aderezar ensaladas. Finalmente, sirve para la conservación de alimentos. Al ser un aceite ligero, el aceite de girasol es ideal para conservar alimentos en vinagre o en aceite, como por ejemplo tomates secos o ajos confitados.